domingo, 30 de agosto de 2009
sábado, 29 de agosto de 2009
Cada día aprendía algo sobre el planeta, sobre la partida, sobre el viaje; muy pausadamente, al azar de las reflexiones. Es así como el tercer día conocí el drama de los baobabs.
Fue de nuevo gracias al cordero, porque bruscamente el principito me preguntó, como asaltado por una grave duda:

- Si, es cierto.
- Ah! Me alegro.
No entendí por qué era tan importante que los corderos comiesen arbustos. Pero el principito agregó:
- Entonces comen también baobabs ?
Le hice notar al principito que los baobabs no son arbustos sino árboles grandes como iglesias y que aunque se llevara toda una manada de elefantes, la manada no acabaría ni con un solo baobab.
La idea de la manada de elefantes hizo reír al principito:
- Habría que ponerlos unos sobre otros...
Pero señaló sabiamente:

- Es verdad ! Pero por qué quieres que tus corderos coman los pequeños baobabs ?
Me respondió: "Bueno! Vamos!" como si fuera algo evidente. Y necesité un gran esfuerzo mental para comprender por mí mismo el problema.

"Es cuestión de disciplina, me decía más tarde el principito. Después de terminar la higiene matinal, hay que hacer con cuidado la limpieza del planeta. Hay que obligarse regularmente a arrancar los baobabs en cuanto se los distingue de los rosales, a los que se parecen mucho cuando son muy jóvenes. Es un trabajo muy fastidioso, pero muy fácil."
Y un día me aconsejó esforzarme en lograr un buen dibujo, para meter bien esto en la cabeza de los niños de mi tierra. "Si algún día viajan, me decía, esto les puede servir. A veces no hay problema en dejar el trabajo para después. Pero en caso de tratarse de baobabs, es siempre catastrófico. Conocí un planeta habitado por un perezoso. Había ignorado tres arbustos..."
Y con las indicaciones del principito, dibujé el planeta en cuestión. No me gusta adoptar un tono moralista. Pero el peligro de los baobabs es tan poco conocido, y los riesgos a correr por quien se pudiera perder en un asteroide tan considerables, que por una vez hago excepción a mi reserva. Digo: "Niños! Tengan cuidado con los baobabs !" Es para advertir a mis amigos sobre este peligro cercano, desconocido para ellos tanto como para mí, que trabajé tanto en este dibujo. La lección brindada bien valía la pena. Ustedes se preguntarán quizá: Por qué no hay en este libro otros dibujos tan grandiosos como el dibujo de los baobabs ? La respuesta es muy simple: lo intenté pero no lo pude lograr. Cuando dibujé los baobabs estuve animado por un sentimiento de urgencia.
viernes, 28 de agosto de 2009
jueves, 27 de agosto de 2009

miércoles, 26 de agosto de 2009
martes, 25 de agosto de 2009
“El amor no obedece a nuestras esperanzas, su misterio es puro y absoluto”
“No quiero necesitarte, porqué no puedo tenerte“
“Solo lo diré una vez, no lo había dicho nunca antes, pero esta clase de certeza se presenta sólo una vez en la vida“
“Creo que, los lugares en que he estado y las fotos que he hecho durante mi vida me han estado conduciendo hacia ti“
Stairway to heavenn
Mmmm.. oh oh oh oh
Hay una señal en la pared pero ella quiere estar segura
Mmmm... oh oh oh oh
Hay un sentimiento que tengo cuando miro hacia el oeste
Mmmm... oh oh oh oh
Y se susurra que pronto, si nosotros llamamos la melodía
Y me hace preguntarme
Si hay dos caminos por donde puedes ir
Tu cabeza está zumbando y no se irá porque no sabes
Y mientras nosotros seguimos bajo el camino
Hay una dama quien asegura que todo lo que brilla es oro
Y está comprando una escalera al cielo, uh uh uh.
