Aprendiendo poco a poco, dando al tiempo su lugar. Disfrazandose de locos a ojos de todos los demas. Sin darse nunca la espalda, leyendo del corazón, que
Entre el tedio y la pasión, el instinto y la razón, entre la perseverancia y la cruel resignación, de esa magia que no los va a dejar ser dos amantes del montón.